Introducción: UN AFRICANO LEJOS DE NOSOTROS

Ha pasado casi un año desde que terminé de escribir “Un africano entre nosotros”. Los que habéis leído el libro recordaréis que dejé un final abierto, sugiriendo la posibilidad de que la historia continuara.

Debo deciros que. en el momento en el que escribo estas palabras, la historia sigue, porque el protagonista de la historia sigue avanzando, recorriendo un camino tanto real como simbólico hacia un destino incierto. No pierde la esperanza de encontrar un lugar que le permita realizarse plenamente como ser humano. Cada paso que da no es solo un movimiento en el mapa, sino una búsqueda constante de sí mismo, de su lugar en el mundo, de ese espacio donde pueda finalmente ser quien es.

He de confesaros que esto de escribir algo que se parece a un libro es un trabajo complejo y laborioso, especialmente para un tío como yo, que no tiene precisamente facilidad para expresar situaciones o sentimientos. No soy de los que transforman las emociones en palabras con naturalidad; más bien, soy de los que se quedan pensando en cómo decirlo sin que suene raro.

Creo sinceramente que lo acaecido desde que Blanchard salió de Donostia tiene un gran interés como experiencia vital, por sus tintes novelescos y porque se trata de una vivencia representativa de la odisea migratoria hacia Europa experimentada por muchos africanos.

Es una historia llena de aristas, con muchas caras y matices. Cada situación muestra aspectos que pueden interpretarse de distintas formas, algunos de ellos opinables y hasta discutibles. Nada es completamente blanco o negro (nunca mejor dicho), y ahí está el reto: plantear un relato en el que la verdad depende tanto de quién escribe como de quién vive la experiencia. Bai...izan nuen le

Creo que voy a intentarlo, porque la historia lo merece, porque el primer libro dejó un final inquietante y porque cualquiera que conozca al protagonista merece saber dónde está y cómo sigue. Además, he comprobado lo que muchos ya sabían antes que yo: sacar lo que tienes en la cabeza y transformarlo en palabras es una actividad tremendamente interesante y gratificante que mañana mismo deberías anotar en la lista de propósitos para el año que viene.

Por la pequeña experiencia adquirida, sé que escribir un libro me llevaría mucho tiempo y un esfuerzo constante que ahora mismo no puedo realizar. Por eso he pensado en volver al formato blog que utilicé hace años: algo más relajado, sin la formalidad ni la presión de terminar. Así puedo trabajar a un ritmo más tranquilo y dejar que la historia fluya a su tiempo. El formato blog me va a dar más libertad, no tendré la presión de escribirlo con una corrección a prueba de filólogos, y, sobre todo, podré escuchar vuestras opiniones y sugerencias. Podré además ir editando el texto a medida que aprecie errores para mejorarlo y podré incluir vuestras sugerencias. Así, si el blog logra cierta coherencia y entidad, quién sabe, puede que un día se convierta en un libro aunque en este momento no es una prioridad.

Bienvenidos a todos los que os animéis a inscribiros en el blog! Cada cierto tiempo, aunque de forma un poco irregular, iré escribiendo un nuevo capítulo y enviaré un mensaje a todos los que os registréis en esta web. Será un placer compartir esta historia con vosotros y recibir vuestras ideas y comentarios mientras avanzamos juntos por la ruta que ha trazado nuestro amigo.

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